El rozamiento excesivo debido a diversos factores como puede ser la caída de un segundo de cuerda sobre un filo rocoso o una caída de piedras, el pisotón con un crampón o el roce con el filo de un piolet, pueden dejar dañada nuestra cuerda de manera que resulte peligroso rapelar por ella. Como probablemente tendremos que utilizarla, debemos buscar la forma que nos garantice una mayor seguridad en el descenso.
Lo primero que debemos hacer es dejar aislada la parte de la cuerda dañada mediante un nudo de gaza, de manera que no tenga que soportar carga y se acabe de romper.
Después haremos de nuevo una gaza o nudo de ocho para que la cuerda haga tope en la reunión, debemos asegurarnos de que el nudo no puede pasar por la argolla de la reunión o el anillo de cinta o cualquiera que sea el material utilizado para montarla. Podemos añadir un mosquetón o un maillón para evitar que ocurra.
De ésta manera rapelaremos en simple por el tramo de cuerda sana (cabo de la derecha) y utilizaremos la parte estropeada como cabo de recuperación (cabo de la izquierda).
Nota:La reunión montada en la imagen que se muestra es ficticia, no debemos rapelar de un cordino de esas características ni en ese ángulo.