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Sabías que…
Antes de usar tu cuerda semiestática por primera vez, es aconsejable mojarla y dejarla secar lentamente a la sombra (el sol la hace envejecer). De ésta forma se encojen aproximadamente un 5% y se reduce el riesgo de deslizamiento de la funda.
Ya se va acabando el verano y hablar de barrancos y cañones, a algunos le resultará un poco raro, pero para mi y muchos es de las mejores épocas, ya que no se masifican tanto, algunas restricciones de acceso finalizan entre otras cosillas más.
El río Lentejí es algo menos conocido que su “hermano mayor” río Verde. Esto no le quita ningún mérito ya que es de gran belleza y bastante técnico.
Su punto negativo lo pone el caudal que circula, que no suele ser muy elevado que sumado a la necesidad de combinar dos vehículos y el comienzo del barranco, que se hace por cauce seco y es muy engorroso, agranda que no se suela hacer el barranco.
Tiene dos alternativas de entrada para salvar el inconveniente del caudal, pero también suelen ir secos, salvo en invierno.
Aún teniendo que hacer la combinación de dos vehículos, existe una entrada que nos da acceso directo al barranco y donde hay un caudal bastante aceptable. Se hace a través de un sendero muy bueno y cómodo que bajando nos lleva al río. Aquí nos ponemos el equipo y a disfrutar.
El primer coche lo dejaremos en el puente que cruza el río Lentejí al paso por la carretera de la Cabra. El segundo, iremos hasta el pueblo de Lentejí y rodeándolo por detrás, cogeremos una pista de tierra, al comienzo está hormigonada.
Llegaremos hasta un panel informativo de sendero, aparcaremos sin obstruir el carril y tomaremos el sendero que baja.
Lo seguiremos hasta llegar al río.
Ya solo queda equiparnos y disfrutar, SIEMPRE CON CUIDADO.
Por el río nos encontraremos numerosos rápeles, pero no muy grandes, además de algunos saltitos muy divertidos,tendremos que tener en cuenta el caudal.
Iremos disfrutando un montón, para llegar al rapel más largo, 29m, es espectacular, sobre todo para los principiantes. En los peores casos podremos hacer un sistema desembragable para bajarlos.
De aquí queda barranco, pero la mejor opción es, continuar descendiendo hasta llegar a la altura de una acequia que arranca en el borde derecho.
Aquí nos salirnos. Continuamos la acequia hasta llegar a un campo de aguacates, IMPORTANTE es privado. Desde aquí bajaremos hasta el río por un camino para llegar a los coches.
Espero que os guste y disfrutéis como lo hicimos nosotros.
Abrazos y hasta el próximo.
Un anillo de cordino con nudo (el precursor de los fisureros y empotradores) al estilo sajón, puede reemplazar a un fisurero en caso de tener que proteger un paso y que no nos queden más alternativas para la preciosa fisura que tenemos delante. Te mostramos cómo realizarlo pero también te ponemos sobre aviso de los peligros que conlleva.
Ya que al ser expuesto a una carga el nudo se estrecha y como consecuencia puede ser arrancado de la fisura! Si el nudo simple (otros no son aptos! el nudo simple no se abre bajo carga porque es empotrado entre las paredes de la fisura) que se ata en el anillo resulta ser demasiado pequeño, se puede atar un segundo nudo y hasta un tercero, por encima del primero. También sirven cintas o anillos de cinta, sobre todo para fisuras estrechas.
Un anillo con un nudo correctamente colocado puede alcanzar una fuerza de agarre equivalente a la propia resistencia a la rotura que ofrece el material utilizado en el nudo.
También un bloque o una piedra empotrada (como a la antigua usanza) con firmeza dentro de una fisura, puede reemplazar un fisurero o un friend (comprobar con algunos golpes de martillo si realmente está bien empotrado).
En éste caso, el diámetro, osea, el ancho del cordino o del anillo de cinta no debe ser demasiado pequeño por el peligro de los bordes o aristas de roca, procurando apoyar el cordino o la cinta entre el bloque empotrado y la pared de la fisura (dirección favorable de fuerzas).
No obstante, debemos tener en cuenta una serie datos para evitar riesgos y equivocaciones que os mostramos a continuación.
EJECUCIÓN:
Atención! El Ropeman no bloquea si no es por medio de un mosquetón.
Atención! El autobloqueante no debe ser dentado.
Cuántas veces se nos ha hecho la cuerda un lío al lanzarla al aire cuando nos disponemos a realizar un rápel.
Cuando no se hacen un ovillo en una repisa, se las lleva el viento y las enreda en árboles, ramas…o arrastran piedras sueltas que pueden caer sobre otros escaladores o transeúntes que haya debajo.
Hay un sencillo remedio para evitar todo lo anterior plegando las cuerdas en dos madejas separadas (si estamos escalando con doble cuerda) o bien en una sola si rapelamos en simple. Las plegaremos más pequeñas que de costumbre para que no sobresalgan demasiado y las colgaremos a ambos lados del arnés mediante cordinos y mosquetones o símplemente con cintas exprés si éstas no son excesivamente cortas.
Las cuerdas irán saliendo de las madejas hacia adelante de tal forma que se irán desplegando según bajamos.
Ésta forma también nos va a ayudar a tener controlada la longitud de cuerda que nos queda hasta llegar al suelo o hasta la reunión del siguiente rápel.
